Esto ocurrió cuando el uso compartido de pantallas era aún relativamente rudimentario.
"Siempre puedes encontrar una distracción si la estás buscando".
- Tom Kite
Yo participaba en un seminario web público que tenía una audiencia muy numerosa, con unas ochocientas o novecientas personas en la sesión. Todo iba bien hasta que en la esquina inferior derecha de la pantalla del presentador apareció un mensaje de correo electrónico bastante embarazoso.
El mensaje describía los planes para una cita esa noche en términos bastante gráficos y vergonzosamente intrigantes.
Y aunque la participación de la audiencia se disparó de repente, no fue de la forma que el presentador hubiera deseado. El chat se desbordó rápidamente con comentarios sobre la inminente fecha, ¡y el equilibrio del seminario web se perdió en el caos!
Moraleja: ¡cuidado con lo que compartes!
¿Quiere más historias divertidas, atractivas y lecciones aprendidas? Consulta mi nuevo libro "Suspender la incredulidad!"
Para más consejos y buenas prácticas sobre demostraciones virtuales y en línea, véase el capítulo 13 de GREAT DEMO! aquí: https://www.amazon.com/dp/B0C9SNKC2Y/