La forma de presentar un programa informático puede ser tan importante como lo que se presenta.
"Comemos primero con los ojos".
- Apicio
En un viaje de negocios, mi colega y yo fuimos a comer, cogimos una mesa y pedimos nuestra comida.
Unos minutos más tarde nos ponen los platos delante. Hurgamos en la comida, examinamos lo que nos habían servido y empezamos a comer. La comida estaba bien, pero nada destacable.
Esa misma semana, estábamos en un elegante restaurante celebrando una venta con nuestro cliente. Habíamos pedido la cena y estábamos tomando unas copas cuando llegó el primer plato.
El camarero lo colocó delante de mi colega y, a continuación, giró cuidadosamente el plato hasta colocarlo en la posición más apetecible. A continuación, el camarero explicó: "Lo que está viendo aquí es su filete de salmón, cubierto con la salsa especial de mantequilla, nata y hierbas del chef".
Examinamos el plato con más atención mientras el camarero continuaba: "El salmón lo hemos traído esta misma mañana, recién sacado del barco. La mantequilla también se ha batido esta mañana, con nata de la granja de al lado. Y las hierbas se han cortado hace unos minutos del huerto que hay justo delante de su ventana, ¡lo puede ver justo ahí! Las verduras salteadas también se han cosechado hace unos instantes: son exquisitamente frescas y sabrosas. Que aproveche".
Mientras comíamos, recordábamos las palabras del camarero, probando y saboreando cada bocado. "¡Vaya!", exclamó mi colega, "¡está realmente delicioso...!".
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