Cuando un miembro del equipo nos plantea un problema o una cuestión, la mayoría de nosotros ofrecemos inmediatamente una solución basada en nuestra experiencia. Sin embargo, una alternativa eficaz es pedir sugerencias o ideas a los miembros del equipo para encontrar una solución.
Si coincide con su respuesta prevista, simplemente acepte (¡y hágales saber que es una gran idea!). Si es diferente de la solución que tiene en mente, discútala para encontrar el mejor enfoque.
Esta táctica empodera a los miembros de su equipo y permite una exploración más amplia de posibles soluciones.