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¿Alguna vez le han dicho: "No puedo leer el texto de la pantalla..." en una demostración?
¿Tan mala vista tienen? Probablemente no. Puede tratarse simplemente de que la resolución de tu pantalla sea mayor que la suya.
Por ejemplo, si trabajas desde casa con un monitor grande y tu cliente tiene uno pequeño, ¿qué ve? Su pantalla grande de alta resolución se mapea en una pantalla con una resolución mucho menor, lo que da como resultado que todo sea más pequeño, incluido el tamaño de la fuente.
Por ejemplo, el actual MacBook Pro de 13" tiene una resolución de 2560 por 1600. El iMac Pro, en cambio, tiene un monitor de 27" con una resolución de 5120 por 2880.
La pantalla del MacBook es una cuarta parte del tamaño del iMac, lo que significa que el texto que te resulte cómodo de ver en tu iMac será ilegible en un MacBook Pro.
¿Solución?
Comparta su pantalla y muestre una pantalla de ejemplo de su software, preferiblemente con fuentes y tamaños de letra representativos. Pregunte al público si puede ver y leer el texto. Si pueden, todo va bien. Si no pueden, ¡cambia la resolución o el zoom según sea necesario...!
Si no puede cambiar las cosas, recuerde que tendrá que comunicar verbalmente lo que ve su público.